miércoles, 16 de enero de 2019

Claudio Naranjo


Nací el 24 de noviembre de 1932 en Valparaíso, Chile. Crecí en un ambiente musical, asistí al colegio en Valparaíso y posteriormente en Santiago, y me gradué como Doctor en Medicina en 1959. Después de un comienzo muy temprano con el piano, estudié composición musical, pero dejé el Conservatorio Nacional después de mi ingreso a la Facultad de Medicina. Mis estudios en ésta no me interesaron tanto, sin embargo, como mi aprendizaje informal junto al poeta visionario chileno y escultor Totila Albert, el poeta David Rosenman Taub y el filósofo Bogumil Jasinowski.






Después de doctorarme, fui contratado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile para formar parte del personal del Centro de Estudios de Antropología Médica (CEAM) fundado por Franz Hoffman en 1960 y dedicado al estudio y reparación del efecto deshumanizante de los estudios de medicina. Al mismo tiempo, hice mi internado en psiquiatría en la Clínica Psiquiátrica Universitaria bajo la dirección de Ignacio Matte-Blanco y me sometí a un análisis didáctico en el Instituto Chileno para el Psicoanálisis.





Claudio Naranjo es uno de esos grandes sabios que son sabios porque realmente trascienden la mera intelectualidad y llevan el conocimiento a la vida, hacen de la vida un arte, viven libres y ayudan a vivir a los demás. Educado en Harvard y en otras universidades de lo más alto del mundo académico, fue alumno de Fritz Perls, fundador de la terapia Gestalt, pero luego fue más allá de esto y trabajó con chamanes -fue amigo de Castaneda- y estudio budismo zen y budismo tibetano. Naranjo fue uno de los pioneros en la terapia con psicodélicos, que actualmente vive un renacimiento. Por su parte, ha fundado el programa SAT y trabajado con la técnica del eneagrama y la terapia Gestalt.
En una entrevista con la cadena Russia Today, Naranjo habló sobre el trance que vivimos actualmente, embebidos en una educación que sólo nos enseña a competir y conquistar pero no a amar y desarrollar una vida interna sensible a la belleza. Una educación enfocada en la razón y no en el corazón y el instinto -Naranjo llama a una educación para “tricerebrados”, no sólo para el cerebro racional-. 
El terapeuta chileno sugiere que existía una sociedad pre civilizada más colaborativa que competitiva, y que en la actualidad vivimos en un mundo en el que se ha “prohibido lo primitivo”. Con esto se reprime también el instinto, la espontaneidad del cuerpo, lo que en otra parte llama lo dionisíaco, ese contacto directo con la fuente de la vida, con el torrente existencial.
El problema de nuestro sufrimiento, de nuestra neurosis universal -diagnosticada ya por Freud- parte de nuestra infancia; ejercemos violencia contra los niños y les proyectamos la dureza que cargamos con nosotros, dice Naranjo, quien define a un niño como “un ser que nació libre que poco a poco es domesticado a través del miedo… la palabra que más escucha el niño es el ‘no'”. Más que comprender, los padres amenazan y reprueban para educar. Naranjo ve con admiración lo que decía Dostoyevski, quien, a causa del enorme respeto que sentía por los niños, les decía siempre la verdad.

Un tema importante tiene que ver con la noción que heredamos en parte de la idea del pecado original, de que existe una maldad que se debe detener o reprimir. Así, los padres intentan reprimir los brotes incivilizados, la energía indómita y la exploración natural de los niños. Los padres sucumben a la tentación de hacerse respetar, de sentir que mandan. El sentido de la máxima religiosa “Honrarás a tus padres”, dice Naranjo, es el amor, no la autoridad.
Si el problema está en la educación, entonces está también en los educadores, en los padres. Según Naranjo, los padres no suelen tener una plenitud de amor para darle a sus hijos. Es necesario que las personas tengan una búsqueda personal hacia la plenitud, para que puedan vertir ésta en los demás. La solución para acabar con este ciclo de amargura y represión parece estar en lo que Naranjo llama una “retribalización sanadora”. De acuerdo con sus observaciones, actualmente la psicoterapia progresa más en las técnicas grupales, pues es con los otros que se abandonan los patrones de la infancia y se puede procesar el pasado y resignificarlo. Las relaciones íntimas y sinceras con otras personas nos estimulan a “no desconocer la verdad propia, a no hacernos ciegos de lo que nos está pasando”.








Bibliografias 




domingo, 13 de enero de 2019

Viktor Frank



Viktor Frankl


Creador de la logoterapia, Frankl abordó el tratamiento de alteraciones mentales desde una perspectiva y existencialista que décadas más tarde sirvieron para reforzar una corriente conocida como Pscología Humanista, a la que pertenecieron Carl Rogers y Abraham Maslow entre otros.
Muy centrada en la fenomenología y lo subjetivo, la logoterapia de Viktor Frankl es difícilmente comparable con formas de intervención psicoterapéutica cuya eficacia ha sido demostrada en estudios independientes, y actualmente su estatus científico está seriamente cuestionado



Viktor Frankl y la lucha existencial

El dolor y la tristeza son dos de los fenómenos más estudiados por la psicología, por una buena razón. En algunos casos, incluso, el desasosiego puede tener tanto poder sobre nosotros que nos impide disfrutar de la vida y puede jugar un importante papel en el suicidio. Es por eso que una vertiente de la psicología se ha volcado en el tratamiento de estos problemas, y se han ido desarrollando numerosas propuestas terapéuticas para paliar el sufrimiento.
Es por eso que entre los partidarios de utilizar una psicología más basada en la filosofía que en las ciencias naturales se siente un gran respeto porViktor Frankl, un psiquiatra vienés nacido a principios del siglo XX, construyó un enfoque terapéutico a partir de sus experiencias como superviviente en los campos de concentración del régimen nazi.

Los inicios del joven Viktor Frankl

Viktor Frankl nació en el seno de una familia judía vienesa en el año 1905, cuando el psicoanálisis de Sigmund Freud empezaba a ganar popularidad entre los psiquiatras europeos. Es por eso que durante su juventud, cuando empezó a interesarse por la psicología y la salud mental, su formación autodidacta sobre el tema incluía muchos textos sobre psicoanálisis
No obstante, terminó distanciándose del psicoanálisis ortodoxo al considerarlo demasiado reduccionista y empezó a formarse en la corriente psicodinámica de Alfred Adler. Esta perspectiva no estaba marcada por la visión pesimista de que cada persona está atada a las fuerzas inconscientes que emergen de su estructura mental, y por eso encajaba mejor con la manera en la que Viktor Frankl entendía la vida


Viktor Frankl como superviviente del holocausto

Durante sus años como estudiante, Viktor Frankl tuvo muchas ocasiones para irse familiarizando con el dolor. De hecho, se quiso especializar en el estudio y el tratamiento de la  depresión y la prevención del suicidio, lo que le llevó a ofrecer servicios de apoyo a estudiantes con exceso de estrés y, durante los años 30, trató a muchos pacientes en riesgo de cometer suicidio. A partir de 1938, sin embargo, empezó a estar cada vez más acorralado por el ascenso del nazismo.
En 1942, después de ser obligado a trabajar en el único hospital de la zona en el que podían trabajar judíos, Viktor fue deportado a un gueto, y de allí a una serie de campos de concentración, incluido Auschwitz. 
   

El hombre en busca de sentido
Después del final de la guerra, Viktor Frankl fue descubriendo que muchas de las personas a las que quería habían muerto, pero encontró una manera de encajar estas pérdidas
Esta idea, que de hecho coincide en gran parte con los principios de la filosofía existencialista de Jean-Paul Sartre y otros pensadores, fue plasmada por Viktor Frankl en su obra más conocida: El hombre en busca de sentido, publicado en 1946, que también es un libro que sirve como introducción a la logoterapia.


Dio clases en Estados Unidos en la Universidad de Harvard, Stanford, Dallas, Pittsburg y San Diego. Viaja por todo el mundo dictando conferencias.
Ganó el premio Oskar Pfister de la Sociedad Americana de Psiquiatría, así como otras distinciones de diferentes países europeos.
Frankl dio clases en la Universidad de Viena hasta los 85 años de edad de forma regular y hasta edad avanzada mantuvo sus aficiones de escalar montañas, dibujar, hacer caricaturas. Un hombre creativo que incluso compuso un tango. A los 67 años obtuvo la licencia de piloto de aviación de la que se sentía muy orgulloso.
Viktor Emil Frankl murió de un fallo cardíaco en su ciudad natal el 2 de septiembre de 1997. Su familia se mantiene activa en la propagación de la Logoterapia y Análisis Existencial a través del Instituto Viktor Frankl en Viena.

bibliografias

Dollard y Miller

John Dollard y Neal Miller 
Nacieron ambos en Wisconsin, impartieron clases y trabajaron juntos en el instituto de relaciones humanas en 1930 en un esfuerzo por explorar las relaciones interdisciplinarias entre psicología, psiquiatría, sociología y antropología. Dieron como resultado una teoría de la personalidad basada en las teorías de reforzamiento del aprendizaje de Clark Hull y la teoría psicoanalítica de Freud. Esta integración dio como resultado una teoría conductista que se volvió representativa de la corriente psicológica a lo largo de la mayor parte del siglo XX.
 Neal Miller, nació en 1909, estudio su licenciatura en la Universidad de Washington y la maestría en Stanford y el doctorado en Yale, sus intereses primarios estaban en la Psicología Experimental; ambos recibieron un entrenamiento psicoanalítico.
John Dollard murió en New Haven, Connecticut en 1980, Neal Miller pasó más de veinte años en la Universidad Rockefeller y desde 1985 ha sido Investigador Asociado en el Departamento de Psicología en la Universidad de Yale. 
La orientación de Dollard y Miller ha sido llamado Teoría Psicoanalítica del Aprendizaje, debido a que es un intento creativo de reunir los conceptos básicos de la teoría psicoanalítica Freudiana con las ideas, lenguaje y métodos de investigación experimental de laboratorio sobre aprendizaje y conducta.
Los puntos de vista de Dollard, Miller, Skinner, sobre la personalidad se derivan de procedimientos experimentales y de laboratorio en lugar de hacerlo de investigaciones clínicas.

Hábitos, Instintos y el Proceso del Aprendizaje.
Dollard y Miller enfatizaron el papel del aprendizaje en la personalidad y pusieron menos énfasis en la estructura de la personalidad, sugirieron (1950) que la estructura de la personalidad puede ser definida en forma simple de hábitos.
Los hábitos se refieren a algún tipo de asociación aprendida entre un estímulo y una respuesta que los hace ocurrir juntos con frecuencia, los hábitos representan una estructura temporal ya que pueden aparecer ó desaparecer.

El interés principal de la teoría de Dollard y Miller es especificar aquellas condiciones en el ambiente que fomenten la adquisición  de hábitos.
La dinámica primaria que subyace al desarrollo de la personalidad y a la adquisición de hábitos es la reducción de impulsos. Se basaron en gran medida en la teoría sistemática del aprendizaje de Clark Hull 
Un impulso es una estimulación intensa que produce incomodidad, tal como el hambre. Dollard y Miller señalaron que reducir un impulso es reforzante para un individuo y, por tanto, un individuo se comportará de tales formas que alivien la tensión creada por impulsos intensos. 

  • Los impulsos primarios son aquellos asociados con procesos psicológicos que son necesarios para la supervivencia de un organismo, tales como los impulsos de hambre, sed y la necesidad de dormir. 
  • Los impulsos secundarios son aprendidos con base en los primarios. 

Dollard y Miller distinguieron también entre reforzadores primarios y secundarios. Un reforzador es cualquier acontecimiento que incremente la probabilidad de una respuesta particular. 
  1. Los reforzadores primarios son aquellos que reducen impulsos primarios, tales como comida, agua o el sueño. 
  2. Los reforzadores secundarios originalmente son neutros pero adquieren valor de recompensa con base en haber sido asociados con reforzadores primarios. 

Se adquieren hábitos y se desarrollan respuestas conductuales especificas a través del proceso de aprendizaje.
Dollard y Miller, sugirieron que el proceso de aprendizaje puede ser debido de manera principal en cuatro partes equivalentes:
  • Un Impulso. Corno ya se ha visto es un “estimulo” que impele a una persona a actuar, pero en ninguna forma dirige o específica la conducta. 
  • Un indicio. Se refiere a un estímulo específico que le indica al organismo cuándo, dónde y cómo responder. 
  • Una respuesta. Es la reacción del individuo ante un indicio. 
  • El reforzamiento. Se requiere al efecto de la respuesta. 

Frustración y conflicto

Dollard y Miller en sus estudios experimentales sobre aspectos del proceso de aprendizaje, varios de estos estudios han sido en el aspecto de las respuestas ante la frustración y el conflicto.
  • La frustración ocurre cuando el individuo es incapaz de reducir un impulso debido a que la respuesta que lo satisfacerla ha sido bloqueada.
  • Los conflictos resultan de alguna clase de oposición entre nuestras tendencias a aproximarnos o a evitar ciertos objetos y circunstancias. 

Dollard y Miller distinguieron entre varios tipos diferentes de conflicto. 
  1. En un conflicto de aproximación – aproximación, el individuo es atraído en forma simultanea hacia dos objetivos que tienen valor positivo pero que son incompatibles (un individuo está enamorado de dos personas a la vez y esta forzado a hacer una elección).
  2.  En un conflicto evitación – evitación, una persona enfrenta dos alternativas indeseables (el plato caliente le está quemando las manos pero si lo suelta derramará la comida). 
  3. En un conflicto aproximación - evitación, un objetivo atrae y repele al individuo (su pareja es tanto atractiva como odiosa).


Psicoterapia

Para Dollard y Miller la conducta es aprendida en el proceso de buscar reducir impulsos. Dollard y Miller, se refieren a la neurosis corno un síndrome de estupidez miseria. Los conflictos neuróticos son enseñados por los padres y aprendidos por los hijos.
La terapia implica desaprender hábitos viejos, ineficientes e improductivos y sustituirlos con respuestas nuevas, más adaptivas y productivas. Dollard y Miller se refieren a dos fases en la terapia:
1. La fase Expresiva.
En esta fase los hábitos neuróticos son estudiados, examinados e identificados de modo que el paciente pueda desaprenderlos. En esencia este procedimiento implica proporcionar denominaciones apropiadas para las respuestas del paciente.
2. La Fase de Ejecución.
Durante esta, el paciente adquiere respuestas y hábitos nuevos, más adaptativos y productivos y es alentado a aplicarlos. El entrenamiento en supresión (la omisión consiste y delibera de un pensamiento o acción) puede ser útil. El paciente puede ser entrenado para suprimir, en lugar de reprimir, pensamientos o acciones que refuerzan hábitos viejos y, al mismo tiempo , son expuestos en forma deliberada a indicios nuevos que evocaran respuestas diferentes.
Bibliografias

lunes, 7 de enero de 2019

Bandura

Albert Bandura

(Mundara, Canadá, 1925) Psicólogo y pedagogo canadiense. Graduado en 1949 en la Universidad de Columbia Británica, estudió posteriormente psicología clínica en la Universidad de Iowa y prosiguió luego su formación en Wichita y Stanford.
Bandura ha destacado como teórico y experimentador de la teoría del aprendizaje social. Se interesó en particular por las causas de la agresión en los niños y aportó datos para contradecir a los defensores de la idea de que las agresiones son una manifestación patológica emocional e impulsiva y un método para conseguir lo que el agresor desea cuando las demás opciones han fracasado. De igual forma se opuso a los psicólogos que pensaban que había un nexo de unión entre la frustración y la agresión (teoría de Dollar y Miller).
Sus trabajos han constituido la vanguardia en la investigación del aprendizaje basado en la imitación y observación de modelos; de hecho, la teoría del aprendizaje social se ha erigido en un complemento fundamental de la teoría del aprendizaje significativo de David Ausubel y de los modelos de aprendizaje de Jerome Bruner, más orientadas a la adquisición de conocimientos que de conductas y ligadas a los estadios de Piaget. Para Bandura, lo que determina a las personas a imitar modelos son los reforzadores y los castigos (tanto los recibidos por el modelo como por el imitador). Las investigaciones que se han realizado con posterioridad acerca de los modelos sociales que generan el hogar, la televisión o los grupos de amigos fueron estimuladas por sus experimentos.
Bandura fue el impulsor del denominado enfoque sociocognitivo de la personalidad, según el cual el ambiente tiene una influencia trascendental sobre factores personales como el autocontrol y el concepto del yo. 


La Teoría del Aprendizaje Social de Albert Bandura


Tal y como hizo Lev Vygotsky, Albert Bandura también centra el foco de su estudio sobre los procesos de aprendizaje en la interacción entre el aprendiz y el entorno. Y, más concretamente, entre el aprendiz y el entorno social. Mientras que los psicólogos conductistas explicaban la adquisición de nuevas habilidades y conocimientos mediante una aproximación gradual basada en varios ensayos con reforzamiento, Bandura intentó explicar por qué los sujetos que aprenden unos de otros pueden ver cómo su nivel de conocimiento da un salto cualitativo importante de una sola vez, sin necesidad de muchos ensayos. La clave la encontramos en la palabra "social" que está incluida en la TAS.
Los conductistas, dice Bandura, subestiman la dimensión social del comportamiento reduciéndola a un esquema según el cual una persona influye sobre otra y hace que se desencadenen mecanismos de asociación en la segunda. 


Aprendizaje y refuerzo

Por un lado, Bandura admite que cuando aprendemos estamos ligados a ciertos procesos de condicionamiento y refuerzo positivo o negativo. Del mismo modo, reconoce que no puede entenderse nuestro comportamiento si no tomamos en consideración los aspectos de nuestro entorno que nos están influyendo a modo de presiones externas, tal y como dirían los conductistas. 

Ambiente

Ciertamente, para que exista una sociedad, por pequeña que esta sea, tiene que haber un contexto, un espacio en el que existan todos sus miembros. A su vez, ese espacio nos condiciona en mayor o menor grado por el simple hecho de que nosotros estamos insertados en él. 

El factor cognitivo

Sin embargo, nos recuerda Bandura, también hay que tener en cuenta la otra cara de la moneda de la Teoría del Aprendizaje Social: el factor cognitivo. El aprendiz no es un sujeto pasivo que asiste desapasionadamente a la ceremonia de su aprendizaje, sino que participa activamente en el proceso e incluso espera cosas de esta etapa de formación: tiene expectativas. En un contexto de aprendizaje interpersonal somos capaces de prever los resultados novedosos de nuestras acciones 

Gracias a los procesos psicológicos que los conductistas no se han molestado en estudiar, utilizamos nuestra continua entrada de datos de todos los tipos para dar un salto cualitativo hacia adelante e imaginar situaciones futuras que aún no se han dado.

Aprendizaje vicario

El pináculo del aspecto social es el aprendizaje vicario remarcado por Bandura, en el que un organismo es capaz de extraer enseñanzas a partir de la observación de lo que hace otro. 
Nota: un truco mnemotécnico para recordar el aprendizaje vicario del que habla Bandura es frijarse en las serpientes o "proyecciones" que le salen por los ojos al señor del videoclip Vicarious, en el que también aparecen muchos ojos y muchas cosas extrañas.

Un término medio

En definitiva, Bandura utiliza su modelo de la Teoría del Aprendizaje Social para recordarnos que, como aprendices en continua formación, nuestros procesos psicológicos privados e impredecibles son importantes. Sin embargo, a pesar de que son secretos y nos pertenecen sólo a nosotros, estos procesos psicológicos tienen un origen que, en parte, es social. Es precisamente gracias a nuestra capacidad de vernos a nosotros mismos en la conducta de los demás por lo que podemos decidir qué funciona y qué no funciona
Además, estos elementos del aprendizaje sirven para construir la personalidad de cada individuo:
Por lo que respecta a nuestro papel como aprendices, está claro: no somos ni dioses autosuficientes ni autómatas.Somos capaces de prever cosas a partir de lo que les pasa a otros, del mismo modo en el que el hecho de vivir en un medio social nos hace plantearnos ciertos objetivos de aprendizaje y no otros. 

proceso de modelado 



La Teoría de la Personalidad: antecedentes y contexto

El conductismo es una escuela de la Psicología que subraya la importancia de los métodos experimentales y trata de analizar las variables observables y medibles. 
El procedimiento habitual que usa el método experimental es la manipulación de ciertas variables, para posteriormente valorar los efectos sobre otra variable.

Un concepto nuevo: el determinismo recíproco

Durante los primeros años como investigador, Albert Bandura se especializó en el estudio del fenómeno de la agresión en adolescentes. Pronto se percató que, aunque los elementos observables eran cruciales a la hora de establecer unas bases sólidas y científicas para el estudio de ciertos fenómenos, y sin renunciar al principio de que es el ambiente el que causa el comportamiento humano, cabía también realizar otra reflexión.
El ambiente causa la conducta, ciertamente, pero la conducta también causa el ambiente. Este concepto, bastante innovador, fue denominado determinismo recíproco: la realidad material (social, cultural, personal) y el comportamiento individual se causan mutuamente.

Aprendizaje por observación (modelado)

De los numerosos estudios e investigaciones que llevó a cabo Albert Bandura, existe uno que fue (y sigue siendo) objeto de especial atención. Los estudios sobre el muñeco bobo. La idea surgió a partir de un video grabado por uno de sus alumnos, donde una niña golpeaba repetidamente un muñeco hinchable con forma de huevo llamado “Bobo”.
La niña atizaba sin piedad al muñeco, mientras le gritaba “¡estúpido!”. Le pegaba, tanto con puñetazos como con un martillo, y acompañaba estas acciones agresivas con insultos. Bandura enseñó el video a un grupo de niños de una guardería, que disfrutaron del video. Más tarde, una vez terminada la sesión de video, los niños fueron conducidos hasta un salón de juegos, donde les esperaba un muñeco bobo nuevo y martillos pequeños. Obviamente, también se encontraban en la sala Bandura y sus colaboradores, analizando la conducta de los retoños.
Los niños no tardaron en agarrar los martillos y ponerse a pegar al muñeco bobo, mimetizando los insultos de la niña del video. Así, al grito de “¡estúpido!”, copiaron todas las ‘fechorías’ que habían visto minutos antes.
Aunque las conclusiones de este experimento quizá no parezcan muy sorprendentes, sirvieron para confirmar varias cosas: los niños cambiaron su conducta sin que existiera ningún refuerzo dirigido a realizar dicho comportamiento. Esto no resultará una reflexión extraordinaria para cualquier padre o docente que haya compartido tiempo con niños, pero sin embargo sí creó un cisma respecto a las teorías de aprendizaje conductuales.

Bandura denominó a este fenómeno “aprendizaje por observación" (o modelado). Su teoría del aprendizaje la puedes conocer a través de este resumen:

Modelado: analizando sus componentes

1. Atención

Si quieres aprender cualquier cosa, debes prestar atención. Asimismo, todos los elementos que supongan un obstáculo a prestar la máxima atención posible, redundarán en un peor aprendizaje.
El objeto por el cual prestamos atención también tiene ciertas características que pueden atraer más (o menos) nuestro foco atencional.

2. Retención

ser capaces de retener (recordar, memorizar) aquello que estamos estudiando o intentando aprender. Es en este punto donde el lenguaje y la imaginación tienen un papel importante: retenemos lo que hemos visto en forma de imágenes

Una vez que hemos guardado los conocimientos, imágenes y/o descripciones en nuestra mente, somos capaces de recordar conscientemente esos datos, de forma que podemos reproducir lo aprendido e incluso repetirlo, modulando nuestro comportamiento.

3. Reproducción

Cuando llegamos a este paso, debemos ser capaces de decodificar las imágenes o descripciones retenidas para que nos sirvan para cambiar nuestro comportamiento en el presente.
Pero si en cambio sí sabes patinar sobre hielo, es probable que la visualización repetida de videos en que patinadores mejores que tú realizan saltos y piruetas redunde en una mejora de tus habilidades.
También es importante, con respecto a la reproducción, saber que nuestra capacidad para imitar comportamientos va mejorando paulatinamente cuanto más practicamos las habilidades involucradas en determinada tarea. Además, nuestras capacidades tienden a mejorar con el simple hecho de imaginarnos a nosotros mismos realizando el comportamiento. Esto es lo que se conoce como “Entrenamiento Mental” y es muy usado por deportistas y atletas para mejorar su rendimiento.

4. Motivación

La motivación es un aspecto clave a la hora de aprender esos comportamientos que queremos imitar. Debemos tener razones y motivos para querer aprender algo, en caso contrario va a ser más complicado focalizar la atención, retener y reproducir dichas conductas.
Según Bandura, los motivos más frecuentes por los cuales queremos aprender algo, son:
  • Refuerzo pasado, como el conductismo clásico. Algo que nos ha gustado aprender anteriormente tiene más papeletas para gustarnos ahora.
  • Refuerzos prometidos (incentivos), todos aquellos beneficios futuros que nos empujan a querer aprender.
  • Refuerzo vicario, que nos dota de la posibilidad de recuperar el modelo como refuerzo.
Estos tres motivos están vinculados a lo que tradicionalmente han considerado los psicólogos como los elementos que “causan” el aprendizaje. Bandura explica que tales elementos no son tanto los “causantes” como sí los “motivos” de querer aprender. Una diferencia sutil pero relevante.
Desde luego, las motivaciones negativas también pueden existir, y nos empujan a no imitar determinado comportamiento:
  • Castigo pasado
  • Castigo prometido (amenazas)
  • Castigo vicario

Autorregulación: otra clave para entender la personalidad humana

La autorregulación (esto es, la capacidad para controlar, regular y modelar nuestro propio comportamiento), es la otra clave fundamental de la personalidad. En su teoría, Bandura apunta a estos tres pasos hacia la autorregulación:

1. Auto-observación

Nos percibimos a nosotros mismos, evaluamos nuestro comportamiento y esto sirve para establecer un corpus coherente (o no) de lo que somos y hacemos.

2. Juicio

Comparamos nuestros comportamientos y actitudes con ciertos estándares. Por ejemplo, solemos comparar nuestros actos con los culturalmente aceptables. O también somos capaces de crear actos y hábitos nuevos, como por ejemplo salir a correr cada día. Además, podemos inculcarnos el valor por competir con los demás, o hasta con nosotros mismos.

3. Auto-respuesta

Si en la comparación que hacemos con nuestros estándares salimos bien parados, nos damos respuestas de recompensa positiva a nosotros mismos. En caso de que la comparación nos cree malestar (porque no nos ajustamos a lo que creemos que sería correcto o deseable), nos damos respuestas de castigo. Estas respuestas pueden ser desde lo más puramente conductual (quedarnos trabajando hasta tarde o pedir perdón al jefe), hasta aspectos más emocionales y encubiertos (sentimiento de vergüenza, autodefensa, etcétera).
Uno de los elementos importantes en Psicología y que sirven para comprender el proceso de autorregulación es el autoconcepto (también conocido como autoestima). Si echamos la vista atrás y percibimos que hemos actuado a lo largo de nuestra vida más o menos de acuerdo a nuestros valores y hemos vivido en un ambiente que nos ha conferido recompensas y elogios, tendremos un buen autoconcepto y por tanto una autoestima alta. En caso inverso, si hemos sido incapaces de vivir de acuerdo a nuestros valores y estándares, es probable que tengamos un pobre autoconcepto, o autoestima baja.

Bibliografias 



Claudio Naranjo

Nací el 24 de noviembre de 1932 en Valparaíso, Chile. Crecí en un ambiente musical, asistí al colegio en Valparaíso y posteriormente en S...